Los exámenes de Torres

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Por Topper
Ríos de tinta han corrido estos días en cuanto al tema de Fernando Torres el pasado martes en Anfield se refiere; bueno, ríos de tinta y golpes de teclado. La verdad es que desde todo ha pasado un poco deprisa y voy a dejar mi opinión al respecto, sobre lo de Torres y sobre el partido en general.

La verdad que tendré buen recuerdo del viaje, pese al robo arbitral, a las 10 horas de retraso en el avión de la vuelta, perder las gafas y a algún que otro contratiempo. Lo de Torres me parece anecdótico, pero todo más o menos a la par… me explico:


De todos era sabido que no le iban a quitar ojo de encima a Fernando en todo el día, lo que incluye que una cámara estuviera vigilando sus gestos en el palco en todo momento. Empecemos por los cimientos, Fernando Torres actualmente juega en el Liverpool, y como profesional que es se debe a los colores del Liverpool y busca los éxitos de éste, que probablemente signifiquen que también los serán para él. Partiendo de esta base se van cayendo las fichas por efecto dominó… Es lógico que ponga cara rara cuando el gol de Maxi, es lógico que se alegre y aplauda cuando pitan el “penalti” (por muy injusto que sea, no creo que sin una repetición a mano llegue a la conclusión del piscinazo descarado de Gerrard que resultó ser, y aunque le tengan que dar un codazo para avisarle) y como no, es lógico que celebre el gol. Lo de cerrar los puños es una tontería y no veo excesiva efusividad. Todo lo que se salga de esto estaría fuera de la lógica.

¿Alguien se imagina a Torres celebrando el gol del Atleti?, yo no. ¿Alguien se imagina a Torres celebrando el gol del Liverpool de pie, brazos en alto, y dándole un beso de tornillo a su chica a lo Michael Phelps?, pues no, tampoco. Torres tuvo una reacción justa, respetuosa y moderada, ya que si fuera otro equipo el rival, probablemente la reacción fuera más parecida a la que he citado antes. Debemos de dejar de tratar a Torres como un hincha o forofo más, como somos nosotros, y comparar sus reacciones y su actitud con la nuestra, puesto que no tiene nada que ver. El es un futbolista, lo primero, y además es un profesional. Torres se ha cansado de decir lo que es, pero a algunos parece que no les parece suficiente. Fernando está continuamente puesto a examen de “atleticisimo” por un sector de la hinchada que espera que falle y no apruebe, y no contentos con eso, da igual las veces que apruebe, que siempre se le volverá a poner en tela de juicio esperando a que falle. De nada vale lo de la bandera del bus de la selección y cualquiera de las declaraciones que haya hecho en al último año y medio.

Otro tema es que sacaron imágenes para hacer algo de pupa, (como instó Cerezo a los periodistas en el aeropuerto tras el muy frío y discreto saludo que le brindó Fernando en Anfield, a diferencia del resto de la expedición del Atlético) que puede ser verdad,. Mismamente sacaron unas imágenes de Torres mirando a “The Kop” cuando le entonaron la de “Liverpool’s number nine” y no cuando le cantaron la “nuestra” desde el sector de aficionados del Atleti.

Eso sí, voy a darle un pequeño tirón de orejas como bien está mandando. Lo que no me pareció bien por su parte, fue el no tener ningún gesto publico y físico con toda la masa social del Atleti que viajamos a Liverpool el pasado martes. Creo que no le cuesta nada bajar al césped y simplemente mirar y aplaudir, y nadie probablemente se lo hubiera echado en cara. ¿Es habitual en los tiempos que corren que vengan 3000 aficionados rivales a tu actual estadio y no dejen de jalearte durante todo el día?; yo creo que no lo es y pocos son los afortunados que viven una situación así, y bajo mi punto de vista eso debe agradecerse, ya sea Torres o perico el de los palotes. No me pareció bien pero personalmente no se lo tendré en cuenta.

Para finalizar, comentaré que estoy prácticamente de acuerdo con el último post de Sergio Medina en su blog, en que habla sobre el excesivo comportamiento grupi y sumiso del 90% de la afición del Atleti hacia la del Liverpool.

El Atleti no es un equipo pequeño para que sus aficionados acudan a Liverpool al más puro estilo Paco Martínez Soria. Una cosa es que haya buen rollo entre ambas aficiones, cosa que aplaudí y disfruté tanto en el Calderón como en Anfield, y otra cosa es perder tu identidad histórica; cosa que se hace cuando cantas “Liverpool, Liverpool” y la afición contraria no lo hace contigo, cuando te haces fotos con cualquier aficionado inglés como si este fuera un famoso o una pieza de museo, cuando aplaudes sin motivo alguno al capitán rival (sí, el mismo que se tiró a la piscina 15 días después), o cuando dejas de cantar tu himno para oir el del Liverpool… ¿la afición del Liverpool dejó de animar a su equipo cuando sonó nuestro himno?, ¿no verdad?, esa es una de las tantas diferencias entre una afición con mentalidad ganadora y otra pupista como es la mentalidad que han inyectado por vena a la nuestra los dueños del club desde hace 21 años.


No tenemos nada que envidiar a nadie, ni a ninguna afición. Mismamente en Anfield sólo se nos escuchó a nosotros en un estadio supuestamente considerado hervidero. Esto sí es bueno, y no confundir el buen rollo y la camaradería con el peloteo.

Sin más me despido honrando a los desplazados, agradeciendo el trato de la gran afición local, y dejando claro mi rechazo a los dueños de nuestro gran club, los cuales nos han robado tantas noches mágicas como la de Anfield a lo largo de su nefasto (e ilegal) mandato.

Saludos!

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